La inteligencia artificial, inicialmente ligada al mundo de la computación y de la tecnología informática, tiene en la actualidad múltiples aplicaciones en diversos campos y la Administración Tributaria está en la línea de aprovechar los beneficios que ofrece, tanto en la persecución y lucha contra el fraude y la evasión fiscal como en el de la previsión de recaudación y de necesidades de financiación como en la evolución de los ingresos. Pero, ¿Cómo afecta ello a los derechos y obligaciones de los contribuyentes? ¿podrá la inteligencia artificial sustituir o multiplicar los procedimientos de comprobación tributaria? ¿Supondrá ello una merma o menoscabo en los derechos de los ciudadanos, que podrán ver aplicadas las normas de forma automática sin tener en cuenta las circunstancias concurrentes en cada caso?